Tras los riesgos físicos y riesgos químicos, finalmente le llega el turno a los riesgos biológicos en el laboratorio. Se trata de un tema tan profundo y complejo como el de riesgos químicos, pero a diferencia de éste, por temario y por lo que supone un laboratorio de análisis clínico, se irá profundizando en todas las cuestiones microbiológicas según vayamos metiéndonos en materia en futuras entradas. En cuestiones químicas sobre las que hemos pasado de puntillas tocará profundizar en el futuro.
Índice de contenidos de la entrada
- 1 Riesgos biológicos en el laboratorio
- 2 Agentes biológicos
- 3 Vías de entrada de los agentes biológicos
- 4 Utilidad de los grupos de riesgo
- 5 Niveles de bioseguridad del laboratorio
- 6 Nivel de bioseguridad 1 en el laboratorio
- 7 Nivel de bioseguridad 2 en el laboratorio
- 8 Nivel de bioseguridad 3 en el laboratorio
- 9 Nivel de bioseguridad 4 en el laboratorio
- 10 Poniendo nombre a los riesgos biológicos
- 11 Medidas de prevención ante los riesgos biológicos en el laboratorio
- 12 Medidas post-exposición a los riesgos biológicos en el laboratorio
Riesgos biológicos en el laboratorio
Para situarnos en el marco legal debemos consultar el Real Decreto 664/1997, del 12 de mayo. Trata sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a riesgos biológicos. En el Real Decreto mentado encontramos la primera definición de agente biológico:
Microorganismos, con inclusión de los genéticamente modificados, cultivos celulares y endoparásitos humanos, susceptibles de original cualquier tipo de infección, alergia o toxicidad.
Agentes biológicos
Anteriormente tratamos el tema del agente causal en la enfermedad infecciosa en el contexto de la cadena epidemiológica. Ahora hablaremos del mismo agente pero en el contexto epidemiológico de un laboratorio clínico y biomédico.
La naturaleza del agente biológico es la misma en cualquier contexto. Pueden ser virus, bacterias, hongos, parásitos y priones. Además, la Organización Mundial de la Salud, en su Manual de Bioseguridad en el Laboratorio, los clasifica en cuatro grupos:
- a) Grupo de Riesgo 1: Microorganismos que tienen pocas probabilidades de producir enfermedades en humanos y animales. Por tanto, el riesgo individual y poblacional es escaso o inexistente.
- b) Grupo de Riesgo 2: Microorganismos que pueden provocar enfermedades humanas o animales. Tienen pocas probabilidades de entrañar un riesgo grave para el personal de laboratorio, la población, el ganado o el medio ambiente. La exposición en el laboratorio puede provocar una infección grave, pero existen medidas preventivas y terapéuticas eficaces y el riesgo de propagación es limitado. Por tanto cuentan con riesgo individual moderado y riesgo poblacional bajo.
- c) Grupo de Riesgo 3: Microorganismos que suelen provocar enfermedades humanas o animales graves, pero que ordinariamente no se propagan de un individuo a otro. Existen medidas preventivas y terapéuticas eficaces. Por tanto cuentan con riesgo individual elevado y riesgo poblacional bajo.
- d) Grupo de Riesgo 4: Microorganismos que suelen provocar enfermedades graves en el ser humano o los animales y que se transmiten fácilmente de un individuo a otro, directa o indirectamente. Normalmente no existen medidas preventivas y terapéuticas eficaces. Por tanto, el riesgo individual y poblacional es elevado.
Vías de entrada de los agentes biológicos
Las principales vías de acceso a nuestro organismo, por parte de los agentes biológicos, son las siguientes:
- Vías respiratorias: Es la principal vía de acceso, ya que podemos respirar los microorganismos en forma de aerosoles. También es un método de transmisión a tener en cuenta entre el personal del laboratorio a través de la tos, los estornudos o las gotas de pflugge. Otro mecanismo mediante esta vía es un mal hábito del laboratorio, como el de oler las placas de cultivo para identificar microorganismos.
- Vía digestiva: Si el contagio se produce mediante esta vía de acceso, es debido al uso de malas prácticas de laboratorio. Pipetear con la boca, comer o beber en el laboratorio, o llevarse instrumentos del laboratorio a la boca.
- Vía parenteral: Se produce a través de pinchazos o cortes con utensilios que han estado en contacto con material biológico.
- Vía dérmica: Se produce a través de la piel. Si entra en contacto con agentes biológicos, éstos pueden adherirse a la piel y colonizarla. También pueden aprovechar cortes, arañazos o heridas previas para adentrarse en nuestro organismo. Si la piel ha sido colonizada y se produce una herida, el agente biológico puede acceder al organismo.
- Vía mucosa: El agente biológico accede al organismo a través de sus mucosas.
Utilidad de los grupos de riesgo
Una de las herramientas más útiles de que se dispone para llevar a cabo una evaluación del riesgo microbiológico, es la asignación de los agentes microbiológicos a uno de los grupos de riesgo. Sin embargo, la mera consulta del grupo de riesgo al que pertenece cierto agente no basta para realizar una evaluación del riesgo. Otros factores que hay que tener en cuenta, según proceda, son los siguientes:
- La patogenicidad del agente y la dosis infectiva.
- El resultado potencial de la exposición.
- La vía natural de infección.
- Otras vías de infección, derivadas de manipulaciones en el laboratorio (parenteral, aérea, por ingestión).
- La estabilidad del agente en el ambiente.
- La concentración del agente y el volumen del material concentrado que va a manipularse.
- La presencia de un huésped apropiado (personas o animales).
- La información disponible procedente de estudios en animales y de notificaciones de infecciones adquiridas en el laboratorio o de informes clínicos.
- La actividad prevista en el laboratorio (tratamiento con ultrasonidos, producción de aerosoles, centrifugación, entre otras).
- Toda manipulación genética del microorganismo que pueda ampliar su gama de huéspedes o su sensibilidad a los regímenes terapéuticos eficaces conocidos.
- Disponibilidad local de intervenciones profilácticas o terapéuticas eficaces.
Niveles de bioseguridad del laboratorio
Según la información obtenida durante la evaluación de los riesgos biológicos en el laboratorio, se podrá asignar un nivel de bioseguridad al trabajo previsto. En función del nivel de bioseguridad asignado, se deberá seleccionar el equipo de protección apropiado para el personal y elaborar procedimientos normalizados de trabajo que incorporen otras intervenciones de seguridad con el fin de velar por la máxima seguridad en la realización del trabajo.
Existen cuatro niveles de bioseguridad para calificar a los laboratorios. Desde el nivel 1 al nivel 4, ambos inclusive.
Cuadro extraído del Manual de Bioseguridad en el Laboratorio de la OMS
Nivel de bioseguridad 1 en el laboratorio
La OMS establece que aunque algunas precauciones pueden parecer innecesarias para algunos organismos del grupo de riesgo 1, son convenientes con fines de capacitación, para fomentar el uso de técnicas microbiológicas seguras.
Las prácticas, diseño, construcción y equipos de seguridad del Nivel de Bioseguridad 1 son adecuados para la enseñanza. Se trabaja con cepas de microorganismos que no se conocen como generadores de enfermedad sistémica en humanos adultos sanos.
Este nivel de bioseguridad representa un nivel básico. Se fundamenta en prácticas microbiológicas estándar sin ninguna barrera primaria o secundaria especialmente recomendada. Tan solo es necesaria una pila para lavado de manos.
Nivel de bioseguridad 2 en el laboratorio
La OMS establece que los laboratorios clínicos y biomédicos deben cumplir los requisitos del nivel de bioseguridad 2.
Las prácticas, equipos, diseño y la construcción de instalaciones del Nivel de Bioseguridad 2 son aplicables a laboratorios educativos, de diagnóstico clínico u otros laboratorios donde se trabaja con un amplio espectro de agentes de riesgo moderado. Estos agentes biológicos se encuentran presentes en la comunidad y están asociados con enfermedades de variada gravedad.
Con buenas técnicas microbiológicas, estos agentes se pueden utilizar de forma segura en actividades realizadas en una mesa de trabajo. Siempre que no se produzcan salpicaduras o aerosoles, en cuyos casos se utilizarán cabinas de seguridad biológica.
Se deben utilizar gafas, protección facial, batas y guantes. También son necesarias pilas para lavado de manos e instalaciones de descontaminación de desechos.
Nivel de bioseguridad 3 en el laboratorio
La OMS establece que este nivel está concebido para trabajar con microorganismos del grupo de riesgo 3. También para trabajar con grandes volúmenes o concentraciones de microorganismos del grupo de riesgo 2, por entrañar un mayor riesgo de difusión de aerosoles.
Las prácticas, equipos, diseño y la construcción de instalaciones del Nivel de Bioseguridad 3 son aplicables a instalaciones clínicas de producción, investigación, educación o diagnóstico.
Se trabaja con agentes exóticos con potencial de transmisión respiratoria que pueden provocar una infección grave y potencialmente letal.
Todas las manipulaciones de laboratorio se deben llevar a cabo en cabinas de seguridad biológica u otros equipos cerrados. Es importante establecer el acceso controlado al laboratorio. También establecer requisitos de ventilación que minimizan la liberación de aerosoles infecciosos desde el laboratorio. Un gradiente de presión negativa que crea un flujo de aire dirigido al interior de la instalación es la mejor medida a tomar en lo que a ventilación se refiere.
Nivel de bioseguridad 4 en el laboratorio
La OMS establece que el nivel de contención máxima está concebido para trabajar con microorganismos del grupo de riesgo 4.
Las prácticas, equipos, diseño y la construcción de instalaciones del Nivel de Bioseguridad 4 son aplicables al trabajo con agentes peligrosos. Estos agentes representan un alto riesgo individual de enfermedades que ponen en peligro la vida. Pueden transmitirse a través de aerosoles y no existen vacunas o terapias disponibles.
El aislamiento completo del personal de laboratorio, de los materiales infecciosos en aerosol, se logra trabajando en una cabina de seguridad biológica de clase III o usando como EPI un traje de cuerpo entero, con provisión de aire y presión positiva.
El laboratorio requiere un edificio separado o una zona totalmente aislada con sistemas de gestión de desechos. También requiere sistemas de ventilación especializados para prevenir la liberación de agentes biológicos al medio ambiente.
Cuadro extraído del Manual de Bioseguridad en el Laboratorio de la OMS
Poniendo nombre a los riesgos biológicos
Buscando información sobre los microorganismos que se trabajan en los niveles de bioseguridad, me topé con un cuadro-resumen muy interesante que nos sirve para poner «cara» a los agentes biológicos según su grupo de riesgo y el laboratorio necesario para su tratamiento. Dicho cuadro lo encontré accediendo al proyecto bioslab de la UCM.
Cuadro extraído del proyecto bioslab
En el Real Decreto 664/1997, del 12 de mayo podemos encontrar la clasificación completa de los agentes biológicos y su grupo de riesgo asociado.
Extracto del Real Decreto 664/1997, del 12 de mayo
Extracto del Real Decreto 664/1997, del 12 de mayo
En la Guía de exposición a agentes biológicos del Instituto Nacional de Salud e Higiene en el Trabajo, encontraremos listas de los agentes biológicos más representativos y sus grupos de riesgo asociados. Además, dicha guía se actualizó en 2014, con su segunda edición.
Extracto de la Guía de exposición a agentes biológicos
Medidas de prevención ante los riesgos biológicos en el laboratorio
Con anterioridad vimos unos de los pilares de la prevención de los riesgos biológicos en el laboratorio: sus normas. También vimos otros temas importantes como las emergencias en el laboratorio y los EPI.
A todos ellos hay que sumarle el uso de técnicas microbiológicas seguras y equipos de bioseguridad. También los protocolos de funcionamiento de los diferentes niveles de bioseguridad de los laboratorios.
Equipos de Bioseguridad. Extracto del Manual de Bioseguridad en el Laboratorio de la OMS
Código de prácticas de un Nivel de Bioseguridad 4. Extracto del Manual de Bioseguridad en el Laboratorio de la OMS
Medidas post-exposición a los riesgos biológicos en el laboratorio
Ante una exposición a un agente biológico hay que conocer su naturaleza, su profilaxis post-exposición, las medidas que se deben tomar para evitar su propagación y toda la información relevante al protocolo de actuación.
El INSHT publicó hace algunos años el NTP 447 – Actuación frente a un accidente con riesgo biológico. En la ficha técnica figuran las actuaciones ante los riesgos biológicos más comunes. Éstos son el VIH, Hepatitis B, Hepatitis C, Tétanos y Brucelosis.
El NTP 812 – Riesgo biológico: prevención de accidentes por lesión cutánea, más actual, establece una serie de pasos para el tratamiento post-exposición de las enfermedades más representativas, como son Hepatitits B y C, y el VIH. Estos pasos, que pueden aplicarse a agentes desconocidos, son:
- Primer paso: Lavar la herida y la piel con agua y jabón. Enjuagar las mucosas con agua abundante o suero fisiológico en forma de arrastre durante 10-15 minutos. No aplicar agentes cáusticos, o inyectar antisépticos o desinfectantes dentro de la herida.
- Segundo paso: Determinar el riesgo asociado a la exposición.
- Tercer paso: Administrar la profilaxis post-exposición en los accidentes con riesgos de infección.
- Cuarto paso: Aconsejar a las personas expuestas pedir consejo médico para la valoración de posibles enfermedades agudas que puedan presentarse durante el seguimiento.